Hace unos días –como mencioné en la entrada anterior– apagué la luz para dormir y segundos después de que había puesto mi cabeza en la almohada una pequeña luz irrumpió en mi habitación por la puerta entreabierta.
Era una luciérnaga que había entrado por alguna ventana o alguna puerta mal cerrada.
No pude evitar comparar la luz de la luciérnaga con la oscuridad que invadía el lugar. Sin duda era mínima y hasta miserable.
Pero ¿y si hubiesen habido cien luciérnagas en lugar de una?
Y si todos en América encendiéramos una vela al mismo tiempo ¿iluminaríamos la mitad del mundo?
Y si todos los habitantes de China saltarán al mismo tiempo ¿alterarían la órbita de la tierra?
Y si las gotas de lluvia no provocaran sombra ¿los días de invierno no serían tan oscuros?
¿Y si cada cosa pequeña fuera grande? ¿Si lo poco fuera mucho?
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me gustan tus entradas.. es como...ahh pienso lo mismo
ResponderEliminarjajajaj
saludin