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domingo, 28 de febrero de 2010

CADA SISMO DEJA GRIETAS

La verdad es que no sé que escribir.
Sé que hace algunas horas acabo de vivir una experiencia única en mi vida y que espero no se repita: ¡Sismo de 7 grados!

No olvido todas las alarmas de las casas y autos sonando.
No olvido el abrazo apretado de mi mamá al llegar a mi hogar.
No olvido la radio a pilas sonando todo el día, transmitiendo una tragedia tras otra.
No olvido los pitos de los carabineros dirigiendo el tránsito a una cuadra de mi casa donde el semáforo, por supuesto, estaba muerto.

No olvidaré las imágenes de la gente saqueando supermercados y la rabia que me provoca.
No olvidaré tampoco la incesante acción de los medio de comunicación para servir de canal de comunicación para las familias y el país.
No olvidaré la acción de carabineros, bomberos, trabajadores de la salud...

No olvidaré el 27 de febrero de 2010...

jueves, 25 de febrero de 2010

Caupolican esquina O'Higgins

Una vez más cruzo la calle y me quedó "encerrado" al medio, en el bandejón central.
Quiero avanzar.
¿Qué mejor que caminar sobre el césped, donde los pasos caen blandos y livianos?
Es una de mis sensaciones preferidas.

martes, 23 de febrero de 2010

EL LOCO SUPERTRAMP

“Que ganas de quedarme aquí para siempre y no hacer nada”.
Ese fue uno de los últimos comentarios que hice ayer antes de venirme de un lugar maravilloso a tres horas de Temuco: el lago Pellaifa.

El estar en ese lugar tan inhóspito me hizo recordar a Chris McCandless, más conocido como Alexander Supertramp, protagonista del libro de Jon Krakauer “Into de Wild” (aunque admito que sólo vi la película, he hojeado el libro que descansa en el velador de la pieza de mi hermano).

Chris McCandless decidió morir a sí mismo para dar vida a Supertramp y comenzar de cero.
Decidió adentrarse en lo profundo de los bosques y vivir ahí de lo que le brindaba la naturaleza.
Mientras veía el filme me parecía bastante claro el mensaje: jugársela al máximo por los sueños. Lo que hacía el joven protagonista se me presentaba como una acción muy heroica, atrevida, arriesgada y digna de admiración.
No obstante, al final de la película, creo que el mensaje central que me quedó es otro.
El mensaje que atesoro en mi corazón es que sí puedes vivir esa vida, pero no puedes vivirla solo.
Él no murió porque una planta lo envenenara, sino porque la soledad lo terminó por consumir.

En una carta que escribió McCandless antes de desaparecer dijo: "No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada... no necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente..." Estas palabras de él me desilusionan un poco, debo reconocerlo. Creo, precisamente que al final es eso lo que le hizo más falta.

Alexander Supertramp es idolatrado por muchos, considerado un trastornado por otros.
Creo que esto es lo más positivo de su aventura: él era un loco, de esos que hacen falta en el mundo de hoy.
Locos que se atrevan, se decidan y se lancen.
Locos que avancen hacia rutas salvajes…



“Hay placer en los bosques sin caminos,
hay éxtasis en las orillas solitarias,
hay compañía donde nadie pisa,
cerca del profundo mar y de su rugido musical:
No amo menos al hombre,
pero si más a la naturaleza.”
Lord Byron

(¡Prometo subir fotos de Pellaifa cuando pueda, merecen ser vistas!)

lunes, 22 de febrero de 2010

UN PASO AL LADO

A veces es necesario dar un paso al lado.
Porque todos te lo dicen.
Aunque el corazón te dicte otra cosa.
Aunque lo que sientas sea más fuerte.
La razón es siempre superior y vence al corazón.
El corazón y el sentimiento no valen en casos como este
donde debes dar un paso al lado…


¿A veces es necesario dar un paso al lado?
¿Porque todos te lo dicen?
¿Aunque el corazón te dicte otra cosa?
¿Aunque lo que sientas sea más fuerte?
¿La razón es siempre superior y vence al corazón?
¿El corazón y el sentimiento no valen en casos como este?

¿Dónde debes dar un paso al lado? ¿A dónde?

viernes, 19 de febrero de 2010

MÚSICA CHILENA EMERGENTE

OJO con la barra de "Música Chilena Emergente" que puse a la derecha... pura música temuquense!

TRISTEZA COMPARTIDA ES TRISTEZA ENTENDIDA

Hace un rato iba caminando por la calle. Iba muy triste por cierta situación. En el semáforo se detuvo una micro y en el último asiento, con la mirada perdida hacia fuera y con cara de tristeza iba una niña.
Pude notar su pena inmediatamente y -aunque no me vio- traté de sonreírle.

Cuando uno está triste nota más fácilmente quién también lo está, pero cuando estamos felices pasamos frente a mucha gente triste y no nos damos cuenta.

jueves, 18 de febrero de 2010

¿SIN TÍTULO?

Creo que alguna vez mencioné que, desde que escribo en el blog, vivo la vida atento a lo que sucede para traducirlo en líneas (o entradas, más bien).

El fin de semana recién pasado estuve en la playa y sin embargo no me acordé de cadapasodejahuella en ningún minuto… ¿será que no tenía nada sobre qué escribir?
¿será que la tediosa rutina me obliga a pensar en escribirla fingiendo ser entretenida?

miércoles, 17 de febrero de 2010

ESPERANzanDO LA MICRO

La noche del lunes salí de mi casa a tomar la micro para ir a ver a un muy buen amigo mío.
Llegué al paradero a las 21.19 hrs. A las 21.32 llegó otra niña al mismo lugar, y a las 21.45 un hombre de avanzada edad.
Recuerdo la hora de cada llegada porque miraba el reloj bastante seguido.
A las 22.00 hrs. yo estaba aburrido, desesperado e impaciente por la situación, la micro nunca llegaba. Decidí conversar con las otras dos personas que estaban en la misma situación que yo.
- Disculpe, caballero ¿hacia dónde va usted?
- Al final de San Martín.- respondió él.
- Y tú ¿a dónde vas?- pregunté a la niña.
- Al sector Sevilla.
- Entonces -continué- ¿les parece si mejor pedimos entre los tres un taxi y le preguntamos si nos cobra el valor de los tres pasajes hasta el final de San Martín? Por último así nos acerca un poco más a nuestros destinos.

La primera en responder fue la joven:
- Sí, me parece muy bien, yo llevo mucho rato esperando.
- ¿Pero hasta qué horas pasan micros?- preguntó el hombre.
- Hasta las 11 parece.- le respondimos al unísono.
- ¡Ah! pero todavía es temprano. -miró su reloj- Son recién las 10 y cuarto.

Esas palabras me hicieron caer en cuenta de que el hombre no iba a ceder. Intenté convencerlo explicándole que yo llevaba una hora esperando, pero para él no fue razón suficiente.
- Entonces ¿qué va a hacer, caballero?- pregunté después de largo rato de conversación.
- Voy a seguir esperando.- respondió serenamente. Luego de eso me despedí y me fui caminando al centro a tomar colectivo.

Mientras caminaba pensaba en que seguramente ellos seguirían esperando mucho rato más.
Me daba rabia que el hombre no hubiese sido capaz de sumarse a mi idea, pero me consoló saber que seguramente lo que lo diferenciaba a él de mí -o de la joven- era que no había perdido la esperanza; él confiaba en que la micro llegaría, yo encambio necesitaba estar seguro, necesitaba certeza.
Probablemente esa es una característica de mi generación que a la larga nos impide correr riesgos y aventurarse: la necesidad de estar seguros antes de hacer algo.
Quiero arriesgarme en las cosas grandes, pero no soy capaz de arriesgarme a esperar una micro.
¿No es eso una contradicción y un atentado a la esperanza? Y pensar que dicen que los jóvenes somos la esperanza del mundo.

martes, 16 de febrero de 2010

Algunas letras: reggae 1

- Papá: (Cantando) Yo a ti te conozco de antes, he visto esos ojos andantes, te conozco de antes.
- Niño: ¿Qué cantas?
- Papá: ¿Qué canto? Estoy haciendo una canción.
- Niño: ¿Cómo se llama?
- Papá: ¿Cómo se llama? No sé… “¿De antes?”

Yo a ti te conozco de antes
He visto esos ojos andantes
Te conozco de antes

Tal vez de un tiempo en que mi memoria no alcanza
Tal vez de un tiempo en que no habitaba esta masa
Tal vez de un tiempo en que el lenguaje no hablaba
Tal vez ni tiempo fue

Te conozco de antes
Y esto me provoca pensarte
Te conozco de antes

Te conozco de antes
He visto esos ojos andantes
Te conozco de antes
Y no es de cruzarnos en la calle, ¡no!
Te conozco de antes
Y esto me provoca pensarte
Te conozco

Te conozco de antes
He visto esos ojos andantes
Te conozco de antes
Y no es de cruzarnos en la calle ¡no!
Te conozco de antes
Y no es excusa pa’ cantarte
Te conozco de antes
No creas que intento conquistarte.
De antes he visto esos ojos andantes
Te conozco

Cultura profética - De antes


Si contara las veces que he sentido esto
de seguro me faltarían vidas.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Videoclip

Hace algunas semanas estábamos con unos amigos tocando guitarra y cantando.
Una amiga comenzó a tocar una canción muy romántica y pude notar cómo una desconocida pareja de pololos se paró cerca de nosotros y escuchó atentamente la canción como si fueran parte de ella, como sintiéndose parte de ella.
Al parecer, a veces hasta el amor debe acomodarse y buscarse tales espacios.

martes, 9 de febrero de 2010

Lo que era y ya no es

Alguna vez hace años un amigo dijo algo que me quedó dando vueltas… (tanto que me impulsa a escribir sobre ello ahora) Dijo que las guerras ya no existían como antes, donde cada ejército formaba sus filas y luchaba por la fuerza hasta obtener su objetivo, que por lo general consistía en imponer límites geográficos o recuperar algún valioso tesoro. Hoy, decía él, las guerras se pelean de terno y corbata, sentado en un escritorio.

Las guerras ya no son en un campo de batalla,
sino en una oficina.
Claro está, no es lo único que cambia con el tiempo.
Leía hace poco unas sabias líneas de una amiga que hablaban sobre el sentimiento de nostalgia que a todos alguna vez nos invade, el inevitable anhelo de volver a ser niño o vivir nuevamente una etapa ya vivida. Volver a los 16, o a los 18, o a los 20…

Lo que era y ya no es…
¿cómo es ahora?
¿es? ¿sigue siendo?

lunes, 8 de febrero de 2010

Poco + poco = mucho

Hace unos días –como mencioné en la entrada anterior– apagué la luz para dormir y segundos después de que había puesto mi cabeza en la almohada una pequeña luz irrumpió en mi habitación por la puerta entreabierta.
Era una luciérnaga que había entrado por alguna ventana o alguna puerta mal cerrada.
No pude evitar comparar la luz de la luciérnaga con la oscuridad que invadía el lugar. Sin duda era mínima y hasta miserable.
Pero ¿y si hubiesen habido cien luciérnagas en lugar de una?

Y si todos en América encendiéramos una vela al mismo tiempo ¿iluminaríamos la mitad del mundo?
Y si todos los habitantes de China saltarán al mismo tiempo ¿alterarían la órbita de la tierra?
Y si las gotas de lluvia no provocaran sombra ¿los días de invierno no serían tan oscuros?



¿Y si cada cosa pequeña fuera grande? ¿Si lo poco fuera mucho?



.

domingo, 7 de febrero de 2010

Una al día

El lunes una luciéraga entró por la puerta de mi dormitorio justo antes de quedarme dormido.
El jueves caminaba por el centro de la ciudad y una niña muy pequeña saludó a un indigente que pedía limosna en una esquina, él también la saludó a ella y ambos sonrieron mientras la mamá de la pequeña la tironeaba de la mano para que se alejara de él.
Ayer entré a la cocina y encontré a mi mamá sola bailando una alegre canción que sonaba en la radio junto a una olla de tallarines que saltaba como avisando que estaba lista.

Estas tres cosas fueron para mí una breve muestra de que se debe disfrutar de la vida y apreciar la belleza de las cosas simples, cada pequeño suceso, cada sencillo minuto...

Hoy es domingo y no creo que durante UNA semana hayan sucedido solo tres cosas con esa característica tan maravillosa. Creo que hace falta agudizar más la vista y el oído para captar mejor por lo menos UNA al día, SIETE por semana, TREINTA al mes...

(foto robada de wwwfotografiasyfotografias.blogspot.com, espero que Claudia no se enoje)

sábado, 6 de febrero de 2010

Bichos raros

Anoche, rodeado del humo del cigarro y rodeando con mis dedos un vaso, coincidimos en una espontánea reunión tres personas que dedicamos parte de nuestro tiempo a escribir en espacios como este, escribir entradas en un blog...
Conversamos mucho sobre qué escribíamos, qué sentíamos, qué nos motivaba a redactar... en fin.
Mi primera conclusión fue "¡Que alegría no ser un bicho raro y saber que hay algunos que viven lo mismo que yo, que me entienden!"
Más tarde pensaba que en realidad eso no era garante de no ser un bicho raro, porque en realidad ¿podría ser "normal" alguien que escribe sin la certeza de que por lo menos una persona lea sus líneas?
¿podría ser normal alguien que escribe con palabras cursi que en la vida cotidiana no usaría más que en una dramatización?

...la mejor moraleja que me deja esto es que en realidad SÍ somos bichos raros, somos distintos al resto, y eso ME ENORGULLECE.-


Con cariño para Cheruve (o MaNatalia) y Paula Constanza. Gracias por el impulso de hacerme pensar en esto

viernes, 5 de febrero de 2010

Coolpa

Una niña pequeña llora desconsoladamente cada vez que en el Jardín no le dan lo que desea. No hace más que llorar, gritar y patalear sin descanso hasta obtener lo que desea, por lo general un juguete, un dulce o la atención de un adulto. Sus padres trabajan doble jornada y la ven despierta sólo algunos minutos al día. Probablemente los fines de semana ella se convierte en la reina de la casa. Seguro es que lo que desee los padres se lo dan, pero no es para hacerla feliz, sino para satisfacer sus propios intereses, para sanar su culpa.

En el mismo jardín, un niño corre velozmente y cae al suelo tras tropezarse. Junto a él hay otro niño que lo ve y cree ser el responsable de esa caída, pues piensa -y es probable- que se haya tropezado con su pie. El pequeño en el suelo es recogido por la educadora y llevado al baño a lavarse la cara y curarse una insignificante herida en el labio. El otro niño de menos de 4 años se queda atónito y mira por la ventana de la puerta hacia el baño. No sale de ese lugar a pesar de estar en una instancia de juego y diversión. No sigue jugando hasta ver a su compañerito regresar del baño sano y listo para seguir jugando ¿Qué mueve al niño a permanecer esperante en ese lugar? La culpa.

Al momento de la paz durante la misa del funeral de mi abuelita, una ex vecina que le debía dinero, se acerca a mi madre a saludarla afectivamente sabiendo que no es querida por la familia -no solo por su deuda- y creo que lo que la motiva a hacer eso es precisamente el sentimiento de no poder recompensar nunca su deuda. La culpa de no haberlo hecho antes.

Y es que la culpa es un sentimiento que lleva a actuar en muchos momentos de la vida.
Casi tan fuerte como el amor, casi tan fuerte como la rabia… es la culpa, motor de muchos actos.

martes, 2 de febrero de 2010

El viaje y el destino (Canto élfico arcamidiano)

Largo el viaje es
¿Al final luego llegaremos?
Eso es lo que yo no sé
Mas sé que el destino es lo que nos tardemos.

La vida larga será,
Pero en la muerte pensar
No la acortará
Hay que vivir, solo crecer, solo actuar...

El motivo de este viaje
no está en el final,
sino en cuanto crece tu equipaje
durante el andar...

Por senderos camino,
por mares navego.
Por más que demore
a su momento llego.

Entre árboles de altura inmensa
recorro paso a paso la tierra.
Cada árbol crece en silencio
junto a mi viaje por la sierra.

Mis bultos polvo guardan,
mis bultos historias cargan
y cada día son más
las experiencias que mi alma encarna.

El motivo del viaje
finge estar en el final,
pero en la vida de cada hombre
su destino encontrará.

Canto de Lerál camino a Treva (Cap. 2 “El miedo de los dioses”, Kuvhus)

lunes, 1 de febrero de 2010

Algunas letras: erre a pe 3

Es igual que estar enamorado. Nadie te dice si lo estás solo lo sabes. Al 100 por 100, de la cabeza a los pies.

Alguien que conocí escribió que abandonamos nuestros sueños por miedo a poder fracasar o, pero aún, por miedo a poder triunfar. Esas palabras las llevan escritas en sus corazones. El final depende del principio.

(Corazón y mente – Arma Blanca)