Ayer en la micro iban sentados en el asiento detrás mío una pareja de padres jóvenes con una niña de 5 años aproximadamente.
- Mira, ahí está la casa de "la señora mala".- dijo el papá.
- ¿Cual señora mala?- pregunta la niña mirando por la ventana.
- La señora mala po'. La estafadora.
- ¿Cuál?- insiste la pequeña.
- La que nos estafó con la casa, la que se hizo pasar por corredora.- insiste el padre.
- Aaah.. sí.- la niña recuerda. Por lo visto no era primera vez que le mencionaban la situación.
- ¿Vayamos a tirarle piedras en la noche? .- dice la mamá riendo, bromeando.- Cada uno con su bolsita, jajaja.
- Yo no tengo piedras.- dijo la niña que evidentemente no entendió que era una broma.
Luego de eso los padres ríen, la niña duda, el tema queda ahí.
Pienso en el concepto de justicia que subyace en esos padres y -lo más importante- en el que tendrá a futuro esa niña.
Pienso en la falta de responsabilidad de esos padres... y -ojalá no- de muchos más.
Pienso en la posibilidad de que yo -como esa niña- haya vivido algo así.
¿Será justo mi concepto de justicia?
¿Quién le enseñaría a los chicos a andar con piedras en la mochila?
ResponderEliminarNo sé de dónde salen tantas, todos se creen David, parece.
Saludos.
Rezo para que sus padres se creyeran Jessé
ResponderEliminarGracias por tu visita, saludos