Click sobre la imagen para volver a la Página Principal

Seguidores

lunes, 29 de diciembre de 2014

LO POCO QUE CONOZCO (y lo mucho que quiero conocer)

Hasta ahora solo te conozco el alma. 
Conozco solamente el amor que te creó y que te circunda
y el odio del que te protegeré.
Conozco solamente a toda tu familia. 
Conozco nada más que a todos los que te rodearán. 

Solo he caminado por la mayoría de los lugares por los que caminarás 
y solo he escuchado la mayoría de las voces que te hablarán.

Nada más conozco el Dios que te creó
y simplemente conozco a los santos que te cuidarán.

De lo mucho que conozco sobre ti, 
no es suficiente para conocer ese poco que me falta por conocerte.

Anhelo conocer uno solo de tus cabellos (castaños y crespos), 
una sola de tus sonrisas, 
uno solo de tus deditos, 
uno solo de tus abrazos.

Es poco lo que quiero, 
pero mucho lo que quiero conocer ese poco.

Conozco todo tu mundo, 
todo tu universo,
pero no te conozco a ti.

¡Quiero saber como eres, Celeste!

jueves, 18 de diciembre de 2014

LOS NIÑOS DEL PASAJE

En el pasaje en el que vivo ahora hay varios niños, para las pocas casas que hay. Cuando llego del trabajo en las tardes veo como estos niños juegan con pistolas de agua, con pelotas de fútbol, paletas de tenis, monopatines... Lo divertido es que en la mañana al salir a trabajar veo por todo el pasaje esos mismos juguetes tirados en los antejardines a merced de cualquiera.

Me han llevado de vuelta a mi infancia cuando con mi hermano Francisco jugábamos tardes enteras en el patio y -al igual que estos niños- dejábamos los juguetes en algún árbol, en el suelo, sobre una piedra, pues al día siguiente volvíamos a continuar con nuestros juegos.

Ahora que voy a ser papá siento que cuando tenga algún problema puedo acudir a Osvaldo, sé que él me entenderá y aconsejará.

"Llévate bien con tus hermanos, son el mejor vínculo con tu pasado y probablemente serán ellos los que te acompañarán en el futuro" leí hace poco por ahí. Creo que es muy cierto y muy valioso.


Espero que los niños del pasaje lleguen a tener una infancia tan maravillosa como la tuvimos nosotros, hermanos. ¡Un abrazo para ustedes! ¡Los amo!


jueves, 30 de octubre de 2014

mi AUTORETRATO

Soy o creo ser…

bajo de estatura y alto de metas;
gordo de cuerpo y flaco de esfuerzos;
ancho de espaldas y flaco de voluntad;
largo de energías y corto de genio;
crespo de pestañas y rígido de principios…

De amores y dedos escuetos;
de besos y barba abundantes.
Fácil de lágrimas, aún más de sonrisas.
Difícil de levantadas, y también de acostadas.

Pésimo para sumar y restar,
desafinado cuando hay que cantar;
decente  para crear y narrar,
bueno para dos veces rezar.

Soy en la cancha pura garra,
soy en la noche pura farra,
soy en verano adicto a la playa,
y en el invierno fiel a la cama.

Libre por la vida, preso del amor;
esperanzado de la muerte, fugitivo del odio.
Siempre muy amigo de Dios,
más veces conocido del diablo.

Profesor de vocación, niño de corazón.

Maduro cuando corresponde,
y corresponde pocas veces.


Víctima de mi historia, resultado de mi ayer.
Victimario de mi futuro; constructor de mi mañana.

lunes, 8 de septiembre de 2014

TODO y NADA

Los niños que lo tienen TODO,
no tienen miedo de perderlo

Los niños que no tienen NADA
se esfuerzan por conservarlo.

martes, 24 de junio de 2014

El único dolor que he experimentado contigo, es el que siento en mis mejillas al no poder parar de sonreír.

miércoles, 11 de junio de 2014

EL PROBLEMA DE ANTONIA

Hace unos días estábamos en reunión con los profesores de un 7° básico, hablando sobre una alumna que padece del Síndrome de Turner. Esta niña presenta varios síntomas, algunos propios de la enfermedad y otros producto de la enfermedad sumado a factores ambientales, entre los cuales está su infertilidad, absoluta falta de interés por su higiene personal, aislamiento social, etc... 

Quien dirigía la reunión nos comentaba que ella, a sus doce años, está totalmente consciente de su enfermedad y que no hay, en ese sentido, una necesidad por prepararla o acompañarla en ese proceso, pues la familia ya lo ha hecho muy bien.

Sin embargo Antonia tiene problemas en cuanto a sus motivaciones, a sus relaciones sociales, al manejo de su temperamento, su higiene personal, etc... Partimos la reunión hablando de cuántas cosas debíamos hacer para cambiar algunos de sus comportamientos en el aula, en sus rutinas familiares y, en definitiva, en su vida... Todos los profesores comentamos muchas cosas de ella y a medida que pasaba el rato todo terminaba en un "es que ella es muy pilla", "es que ella es muy tierna", "la Anto es super relajá", "le encanta la ciencia", "es tan dulce".... 

¡La Anto es una niña feliz! Nos costó darnos cuenta en nuestro afán por querer acomodarla a que sea igual a los otros.. o, peor aún, que sea una alumna fácil de educar. Al final de la reunión no podía dejar de preguntarme "¿Para qué hicimos esta reunión?"


El problema no lo tenía ella, sino nosotros.

martes, 4 de marzo de 2014

LOCOS Y AMANTES

Y la gente se preguntaba en silencio cada vez que los felicitaba sin entenderlos “¿Por qué se casan tan jóvenes?”. Y es que hoy no estamos acostumbrados a atarnos de por vida a nada, a una ideología, a una fe, a una opción política, ni siquiera a un sueño… cuando ¿no es la juventud precisamente el mejor tiempo para eso? Nos da miedo lo profundamente eterno en un mundo que se enorgullece de su instantaneidad superficial.

Y casarse, aunque no importa a la edad que sea, es arriesgare y aventurarse en algo poderosamente  noble que en ningún caso debiera ser considerado como un error… porque, a mi juicio, ninguna aventura es un error. Ninguna.

¿No es la juventud la edad de la locura y del amor? ¿No es el matrimonio de dos jóvenes exactamente el resultado de estas dos cosas? La vida necesita de locos, y también necesita de amantes. Pero sobre todo necesita de personas que encarnen ambas.

¡Felicidades amigos!

jueves, 6 de febrero de 2014

ECHARSE DE MENOS

Tengo un gran problema con la actual permanente conectividad. Y es que día a día me entrega una falsa sensación de cercanía con la gente; me regala una ilusión que me hace no extrañar tanto a mis amigos. Sé de sus vidas, sé que se casaron, sé que tuvieron guagua, que murió su papá, que está haciendo la fila del banco, que le gusta comer sushi… y el etcétera es larguísimo. Sé todo lo que pasa en la vida de la persona que una vez que me lo encuentro en la calle preguntarle “¿cómo has estado?” resulta casi un acto de cinismo.

Lo más grave pasa cuando algún amigo viaja. Prepara su viaje con anticipación, se le hace alguna despedida, llora al marcharse, le da miedo, tiene dudas… todo lo que un viaje largo conlleva, pero sus amigos estamos acá en Chile sin alcanzar a notar que él está lejos debido a la excesiva conectividad que nos brindan las redes sociales. ¡Qué bonito era ver llegar a alguien después de meses de viaje y notar cuánto había crecido! ¡Qué fuerte y apretado era ese abrazo de reencuentro! Ahora, sin embargo, este amigo viaja lejos, pero sigue comunicado constantemente conmigo, publicando dónde está, qué comió, a quién conoció… Esa constante comunicación me hace sentir que está cerca, que no importa no poder abrazarlo o mirarlo a los ojos, porque de todas maneras conozco toda su vida, y hasta siento que soy parte de ésta.

¿Estaré exagerando al decir que esta conectividad exagerada nos puede llevar a perjudicar nuestras amistades y nuestras relaciones afectivas en la medida en que no seamos capaces de controlar esas ilusiones que nos entrega? Creo que hay un peligro en estar tan comunicados, porque para todo tipo de relaciones es importante echarse de menos, es importante necesitarse, darnos cuenta cuando el otro no está para poder valorarlo y desear su amistad.

miércoles, 22 de enero de 2014

Cruzamos dos palabras,
pero cien miradas.
Nos dijimos mucho
sin hablarnos nada