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jueves, 31 de diciembre de 2009

Algunas letras: erre a pe 1

- No estás escribiendo.
- Estoy con mi tren. ¿Te gusta? Lo acabo de comprar.
- ¿Y desde cuando no escribes nada?
- Estuve de viaje.
- Quizás ya no tengas nada que decir. Aquí te marqué varios trabajos posibles.
- ¡No necesito que me busques trabajo! Estoy bien así. Soy poeta.
- ¿Qué oficio es ser poeta? ¿Dónde dice aquí “Se busca poeta. Buena remuneración”?

(Pura droga sin cortar – Violadores del verso)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Como entre un abrazo

Ayer me tocó la labor de consolar a un niño de 3 años que lloraba triste por estar lejos de sus padres. Fue una labor difícil pero hermosa, porque en ella descubrí muchas cosas.
El pequeño Alonso se aferraba fuerte a mi pecho dejando caer sus lágrimas. Me di cuenta de que mientras menos espacio hay entre dos personas que se abrazan, más sentimiento hay entre ellas. Mientras más espacio hay entre ambas significa que hay menos de por medio, menos en juego. Es decir, el espacio físico entre un abrazo es inversamente proporcional a la razón que lo provoca.

Sentí una maravillosa sensación al abrazar a un niño pequeño. Tal vez porque nunca tuve esa oportunidad con mi propio padre. O quizás precisamente por lo contrario: la tuve y no la recuerdo, y al sentirla rememoro esos momentos que hoy me parecen parte de un sueño.

¿Qué hay en un abrazo que es tan reconfortante, tan potente? Es como saberse protegido y saberse protegiendo, porque son ambas las personas que en ese mismo acto cumplen ambas funciones.
¿Cuándo me siento abrazado? ¿Cuándo me siento abrazando? Ahora mismo escribiendo, liberando lo que está en mi corazón a través de estas líneas; ahora mismo cultivando la esperanza de que estas palabras sirvan de ayuda a alguien…

Desde ahora, cada vez que abrace y/o me abracen intentaré descubrir qué hay entre esa persona y yo, intentaré medir el espacio que nos separa… intentaré medir el espacio que nos une… y si el espacio es muy grande intentaré descubrir que falta para que sea más pequeño

martes, 15 de diciembre de 2009

Popurrí de palomitas.

Aún tengo el dedo manchado con tinta desde ayer y aún tengo en mi mente (y -lo admito- en “Mensajes Guardados” en mi celular) algunas cosas que se me venían a la mente cuando veía las famosas “palomas” de los diferentes candidatos.

Cuando venía de vuelta de votar vi que habían aún algunas palomitas cuando se supone es ilegal tenerlas dos días antes del día de las Elecciones. También pensé que seguramente es más barato pagar la multa por dicha irregularidad, que contratar gente para que hagan ese trabajo.
Pensé en esa candidata a senadora que tenía, sin duda, la mayor cantidad de publicidad y que arrancó entre muchos la pregunta “¿Cuánto habrá gastado?”. Pensé en lo ambigua que puede ser la publicidad desde ese punto de vista. Finalmente ella no resultó ganadora, pero desconozco la razón.
También pensé en lo dificultosa que es la visibilidad al cruzar las calles por culpa de estos objetos publicitarios. Si es difícil para mí que soy peatón ¡Cuánto más será para los automovilistas! ¡Que peligroso!

Sin embargo, también tienen una gran utilidad práctica para la gente, que seguramente es lo que más le importa a los políticos.
Por ejemplo, hace unos días hubo una intensa lluvia sorpresiva y vi a dos hombres cubriéndose de la lluvia bajo una palomita.
También pienso en esos jóvenes universitarios manifestantes que utilizan las pancartas por el reverso para escribir sus exigencias y colgarlas o marchar reclamando con lienzo en mano. Así los políticos les ahorran una buena suma de dinero.
Por último, y no sé si esto es o no cierto, he escuchado que mucha gente trabajaba recortando las caras de los distintos candidatos y el comando opuesto le pagaba al rededor de 2 mil pesos por rostro. ¡Eso es dar empleo! ¡Gracias Palomitas!

jueves, 3 de diciembre de 2009

3 cuadras

Me subí a un auto ajeno y noté un ruido muy desagradable al andar. No dije nada, pero realmente era molesto. Avanzamos 3 cuadras o menos cuando ya nisiquiera noté que el ruido estaba ahí.. ahora me pregunto si realmente desapareció o si me acostumbré a escucharlo. Creo más en la segunda opción.

Hace algunos años un amigo de Santiago se pasó a duchar a mi casa y me preguntó si la ducha tenía alguna "maña". Por supuesto que de inmediato le respondí que no... pero me bastó pensar un segundo para recordar que en realidad si había una y le dije "cuando quieras regular la temperatura del agua tienes que esperar porque se demora un poquito". "OK ¿eso no más?" preguntó él. "Sí, eso nomás" respondí yo. "¡Ah no! Además cuando abres el agua fría suena un ruido raro, pero es normal" agregué. "OK ¿eso nomás?" preguntó él. "Sí, eso nomás" respondí yo. "...y ojo con la cortina del baño que se abre un poco y se moja todo el piso" agregué. "OK ¿eso nomás?" preguntó él. "Sí, eso nomás" agregué yo... pero en verdad todavía me pregunto si mi ducha tiene otra "maña". ¿Cómo no me di cuenta antes de todo eso? ¿En qué momento se echó a perder? No sé (a ambas preguntas)
Parece que es cierto que el hombre es el animal con la mejor capacidad de adaptación.

Ahora, lo que me provoca duda, no es si todo eso es o no es maña; si todo eso es o no verdad, si estaba bien o mal acostumbrarse...
Me pregunto ¿cuándo tardamos en acostumbrarnos a las cosas que en principio parecen malas? ¿3 cuadras? ¿Años?

martes, 1 de diciembre de 2009

Tapaboca

Si enumerara todas las veces que he criticado a estos "compañeros" de la universidad que se dedican a protestar y a liderar manifestaciones revolucionarias contra lo establecido... sin duda tardaría varios años.

Si enumerara todas las veces que me he propuesto ser una "buena persona" y ayudar a los demás, ponerme en el lugar del otro y seguir el ejemplo de tantos Hombres Santos... también tardaría muchísimo.

Hace unos días iba en la micro "5 labranza" (que como bien sabrán los temuquenses y... ¿labrancenses? -...no me sé el gentilicio en verdad- siempre va llena de pasajeros) y subió una de esas señoras cargadas de bolsas, que se nota que vienen a la "ciudad" a comprar una vez cada quince días.
El primero en ponerse de pie para darle el asiento sin vacilación fue un joven que forma parte de estos hippies modernos y que tantas veces he criticado y hasta insultado...

Al parecer no somos tan distintos... La diferencia es que él sí se atrevió a dar el paso.


esta es mi forma de pedirte perdón yasnita :)

jueves, 26 de noviembre de 2009

Confieso que he escrito

No me canso de escribir.
Cada letra significa un recuerdo. Cada frase una experiencia. Cada parrafada una persona.
Pienso que cada experiencia merece ser recordada, y por eso vale la pena escribirlas, pero ¿Cómo podrá pasar eso si ya nadie ama en verdad la vida, si ya nadie se detiene en ella?
Hoy nadie valora los recuerdos y por eso se hace tan necesario escribirlos para nunca olvidarlos… y si se olvidan se podrán encontrar en algún lugar, en algún papel, en algún sitio, algún diario, porque de ahí se pueden sacar si se desea, mas de las personas hay que pedirlos, que buscarlos…
Sí. He escrito. Y así seguiré haciéndolo. Tal vez no siempre aquí, a veces en esos lugares de los cuales no se pueden obtener con sólo anhelarlo. Pero de que escribiré, escribiré. Que se seque mi diestra si no lo hago.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Escrivivir

Si he de enumerar mis vicios, prometo que son pocos.
El “Bigtime verde” es uno de ellos. Bien lo sabe la señora del kiosco que casi a diario lo confirma. Ver películas y series repetidas es otro, como fingiendo que no sé el final…
Hay otros, sin duda. Hay otros que seguramente aún no defino como vicios, pero que tal vez algún día descubriré que sí lo son.
Existen esos que se entienden como “vicios buenos”: Dios, los amigos, el amor…

Este último tiempo mi mano parece inquieta y mis dedos ansiosos.
Veo algo y me detengo a observarlo. Pasa algo y paro a entenderlo. Cada cosa que pasa me invita a escribir. Y es que si uno escribiera sobre todo lo que le pasa, se le pasarían tantas cosas sobre qué escribir. No es que hacerlo sea una pérdida de tiempo, pero la vida no se escribe, se vive. Sobre ella se escribe, no al revés. No se vive lo escrito, ni se vive para escribir.

¿Mal vicio será este? Querer plasmar todo en papel -o monitor si pienso en el blog- ¿O es la vida que quiere ser tomada en cuenta y me usa como instrumento? No merezco tal honor. Por vividor que soy, por amante de la vida que me reconozco no he conquistado tal decoro.

Por ahora sólo seguiré escribiendo sobre la vida. Por ahora perseveraré viviendo para escribir.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Descubriendo hacia abajo

Ayer me pasó algo muy especial.
Estaba en un tercer piso y miré por la ventana hacia afuera. Vi muchos techos de casas rojizos, cafés, oxidados, algunos notoriamente "parchados", otros muy sucios... en definitiva, se veían muy distintos desde arriba. Confirmo con esto mi tesis de que estamos acostumbrados a mirar siempre hacia el mismo lugar. A pesar de haber estado ahí cientos de veces -mirando hacia abajo desde el tercero y hacia arriba desde el primero- y no me había detenido a mirar ese detalle: la diferencia de una misma cosa desde otra perspectiva.
Cuando miramos hacia arriba no hay un límite, sólo está el firmamento como esperante a ser alcanzado por algún valiente. Hacia el suelo en cambio, vemos nuestros zapatos, algún insecto que transite por el lugar, el asfalto, etc...

Por lo tanto me di cuenta de algo:
Mirando hacia abajo todo se ve más feo. Mirando hacia arriba todo se ve mejor.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Un lugar sin máscaras

¡Cuántas veces hemos escuchado sobre lo peligroso que es el Chat, ya que cualquiera puede suplantar la identidad de otro, mentir sobre la propia, fingir cualquier situación no comprobable, etc.…!

Sin duda que hay mucho de cierto en esto, pero también existe el otro lado de la moneda donde, en lugar de usar el MSN o el Chat en general para mentir, lo usa para quitarse las máscaras y decir la verdad.
Me ha tocado estar con amigos que aparentan estar muy bien, despedirnos, hablar por MSN y ser paño de lágrimas y hombros de consuelo para sus agonías, que sólo se atreven a confesar por este medio. Es más, yo mismo no sé si me atrevo a confesar todo esto que escribo cara a cara con alguien.

La web puede ser, entonces, una herramienta para mentir; pero también para sincerarse, para quitarse máscaras, para ser uno mismo, para abandonar prejuicios…
Es, en ese sentido muy valioso y muy necesario considerar que el MSN nos exige pensar antes de hablar/escribir, pues al presionar Enter, lo que en esa “página” plasmemos ya no lo podremos borrar.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

2 troncal

Me encanta andar en micro.
Me subo, saludo, pago, me siento, espero, observo, me paro, me bajo.
¿Qué es lo que me gusta tanto entonces?
Creo que es el hecho de que por un minuto en el día nada depende de mí.
Por más que lo desee o necesite, la micro no va a andar más rápido o más lento, no va a parar donde yo quiera, ni saltarse el semáforo menos indispensable. Nunca sé quien subirá o bajará. Tampoco sé cuál asiento estará disponible (aunque prefiero el penúltimo del pasillo frente a la puerta trasera). Y aunque calcule más o menos, no sé cuánto me demoraré en llegar a mi destino…

Andar en micro es descansar y esperar; esperar y descansar.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Rutina

Me levanto, me ducho, tomo desayuno, me voy a la u, vuelvo a la casa, reviso mi correo-e, almuerzo, veo tele, salgo, vuelvo, tomo 11, duermo, sueño. Me levanto, me ducho, tomo desayuno, me voy a la u, vuelvo a la casa, reviso mi correo-e, almuerzo, veo tele, salgo, vuelvo, tomo 11, duermo, sueño. Me levanto, me ducho, tomo desayuno, me voy a la u, vuelvo a la casa, reviso mi correo-e, almuerzo, veo tele, salgo, vuelvo, tomo 11, duermo, sueño… sueño y sueño... y sueño con algún día cumplirlos.

Pronóstico del clima

LUNES
TV: “Lluvia”
Realidad: Lluvia, nubes, granizos, sol, lluvia, viento, nubes, noche despejada.

MARTES
TV: “Parcial”
Realidad: Sol, lluvia, nubes, sol, lluvia, viento, nubes, noche lluviosa.

MIÉRCOLES
TV: “Parcial”
Realidad: Lluvia, nubes, granizos, sol, lluvia, viento, nubes, noche nublada.

Así es la primavera en el sur del mundo. Incierta. Con chubascos inesperados que empapan hasta la piel bajo el impermeable más hermético, pero que provoca colores en el cielo y las nubes que se entremezclan y coquetean amenazantes. Un sol que se oculta y se revela, pero que finalmente duerme en el horizonte sin ser interrumpido.

Así es cada día en el sur: incierto, pero (por eso) hermoso.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Diáloco

- Hola.
- Hola. ¿Cómo estai'?
- ¿Bien y tú?
- Bien también, gracias.
- Chao.
- Chao, que estís bien.

Que lance la primera piedra quien no haya participado de este loco diálogo alguna vez.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Miradas cruzadas

Camino por la vereda. Paso frente a ella. Ella pasa frente a mí. Miro sus ojos. Ella mira mis ojos. Ambos notamos lo que nuestras miradas reflejan. Ambos notamos lo que en nosotros quiere surgir. Ambas miradas expresan ese deseo y esa extraña sensación que nos embarga el pecho. Ambos desconocemos lo que realmente significa ese sentimiento. Ambos, por un segundo, intentamos pronunciar palabra. Ambos, por un segundo, dudamos. Ambos nos abstenemos de usar los labios, que de igual modo hablan con una tímida sonrisa involuntaria... Ambos cruzamos las miradas y ninguno se voltea a mirar, aunque ambos sabemos que los dos queremos hacerlo. Ambos nos preguntamos que hubiese pasado si no hubiesemos dudado. Ahora nuestras nucas se miran y despiden con tristeza. Ahora esas emociones que sentimos se desvanecen y nuestras vidas siguen intentando fingir que esos segundos nunca existieron, que esas miradas nunca se cruzaron.
Y si le hubiese hablado ¿estaría escribiendo esto ahora?

viernes, 30 de octubre de 2009

Descubriendo hacia arriba

Me suele pasar que cuando camino por el centro de la ciudad descubro un mundo completamente nuevo si alzo la mirada hacia arriba.
No sé si seré sólo yo, pero creo que todos estamos acostumbrados a mirar hacia abajo o hacia adelante cuando recorremos la urbe, atentos a la gente, a los vendedores ambulantes, a algún "flaite" que me pueda asaltar, a alguna niña bonita con la que crucé miradas, al semáforo, a la tienda que busco... Sin embargo, en algún minuto de de creatividad, o de romper-con-la-rutina, o de descansar la mirada, o tal vez de preocupación por el clima, no sé, dispongo la mirada hacia arriba y noto que diferente es la ciudad sobre esos primeros pisos tan recorridos por mis ojos. Parece que estoy en otro lugar, mas sólo es que estoy en el mismo pero mirando hacia otro lado. Cosa que no acostumbramos a hacer muy seguido. Siempre es más fácil mirar hacia el mismo lugar.

jueves, 29 de octubre de 2009

Semáforo en rojo

En la esquina de Las Águilas con Caupolican hay un semáforo que me llama profundamente la atención. Aunque indique verde para los peatones siempre aparece un auto de alguna parte para evitar que uno cruce... el aparato ese me obliga siempre a pasar corriendo ganándome un bocinazo o un susto por lo bajo.
Si el semáforo indica verde ¿por qué el resto de las cosas indican rojo?
Si el semáforo indica verde ¿por qué no puedo cruzar?

Dulce música falsa

Ayer salí de mi casa y llovía. Llevaba mi paraguas, mi chaqueta, mi mochila y en el bolsillo -como de costumbre- mi mp4. Lo sentí al meter mi mano en la cartera, pero algo sucedió al escuchar las gotas de lluvia sobre mi cabeza... Tuve que tomar una decisión: seguir escuchando esa anestésica música que oculta los verdaderos ruidos de la ciudad o arriesgarme al escándalo de las bocinas, murmullos, lluvia y crudos sonares desagradables, pero que son signo de la verdad.
No hago más que aventurarme en el camino de lo cierto, que genera dudas, que es frágil, pero que es la realidad: guardo mis audífonos y decido escuchar la canción más hermosa, la canción de la verdad. Y no es hermosa en sí misma, no es hermosa en su armonía musical, sus acordes acertados, sino en su sinceridad y autenticidad.

Y es que enfrentarse a la relidad siempre es un reto, siempre es más difícil y pudiera vivir la vida fingiendo otra vida de fantasía, pero ¿qué sentido tendría? ...probablemente ninguno.

Prefiero un ruido desagradable pero honesto, antes que una música que es morfina vital.

Todos sordos, todos solos

Hace unos días iba caminando a clases escuchando música con mi mp4.
Sin darme cuenta comencé a cantar en voz alta una canción. Obviamente me dio mucha vergüenza.
Cuando miré alrededor para ver si alguien se había dado cuenta, noté que todos iban escuchando música…

(12 de Octubre 2008, Temuco)