Click sobre la imagen para volver a la Página Principal

Seguidores

lunes, 16 de noviembre de 2009

Descubriendo hacia abajo

Ayer me pasó algo muy especial.
Estaba en un tercer piso y miré por la ventana hacia afuera. Vi muchos techos de casas rojizos, cafés, oxidados, algunos notoriamente "parchados", otros muy sucios... en definitiva, se veían muy distintos desde arriba. Confirmo con esto mi tesis de que estamos acostumbrados a mirar siempre hacia el mismo lugar. A pesar de haber estado ahí cientos de veces -mirando hacia abajo desde el tercero y hacia arriba desde el primero- y no me había detenido a mirar ese detalle: la diferencia de una misma cosa desde otra perspectiva.
Cuando miramos hacia arriba no hay un límite, sólo está el firmamento como esperante a ser alcanzado por algún valiente. Hacia el suelo en cambio, vemos nuestros zapatos, algún insecto que transite por el lugar, el asfalto, etc...

Por lo tanto me di cuenta de algo:
Mirando hacia abajo todo se ve más feo. Mirando hacia arriba todo se ve mejor.

2 comentarios:

  1. Sin embargo... ¡QUE CANTIDAD DE MARAVILLAS ENCUENTRAS EN UN PEDAZO DE TIERRA HÚMEDA! Miles de bichitos, microcosmos de la vida...
    ¿Y en las historias debajo de los tejados oxidados y sucios? ¡Cuánto amor tejido entre cuentos de violencia y desamparo!
    Yo pienso que la clave no está sólo hacia dónde dirigir la mirada, sino con que ojos se mira. De chico aprendí una canción que lo decía mas o menos así: "Mirar como Jesús miraba, sonreir como Jesús sonreia y al final del día se que dormiría mucho más feliz..."

    ResponderEliminar
  2. El Pablo:
    Acabo de ver tu comentario
    Tienes mucha razón... pero cuando miras a alguien "desde arriba" como sintiéndote superior nunca verás lo bueno, más que nada a eso se refiere mi entrada.. tal vez no fui muy claro
    pero concuerdo plenamente con tus últimas palabras "mirar como Jesús miraba..."
    Te invito a visitar mi otro blog "ojos humanos sobre cosas divinas" ( http://ojoshumanos.blogspot.com/ )

    ResponderEliminar