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viernes, 31 de diciembre de 2010

EL ABRAZO

Parece inevitable escribir en este día.

Hay docenas de entradas de despedida del 2010, espero que una más no aburra, pues como dicen por ahí "último día, nadie se enoja".

Se va el "año sin tregua".
Se va el año que nos movió el piso, nos tapó con su tierra, nos impactó en la carretera y nos hizo arder en impotencia.

Se va un año de amores y desamores,
de encuentros y desencuentros,
de dulces y amargos... más dulces.

Pienso en esta noche que resume 365 días en un acto tan tradicional como el abrazo de año nuevo.
No puedo evitar pensar en que cada tormenta que pasamos la pasamos junto a alguien.
No puedo evitar pensar en lo afortunado que soy al tener una mesa en la que cenar, una copa con la que brindar, un reloj que esperar... una familia a quien abrazar.

Según la mayoría de los medios, el 2010 no fue un buen año.
Yo creo que cada año es mejor, mientras tengas a alguien a quien abrazar en esta noche anhelada que da fin a un año -bueno o no- pero que especialmente da comienzo a uno nuevo.

¡Qué daría porque estas líneas sean un abrazo para aquellos que están solos esperando el 2011, en las calles, en cárceles, en hospitales, puestos de trabajo... etc!
Que sean un abrazo para los que están solos, para pobres, para los que están sufriendo y para los que miran los fuegos artificiales sin ventanas de por medio. Para los que nadie quiere abrazar.

¡Feliz 2011! ¡Un abrazo apretado!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

APARIENCIAS (Tapaboca N°4)

Camino a la Quinta Normal, al transantiago se sube un hombre con un aspecto bastante intimidante: con tatuajes por todo el cuerpo, aros en la oreja y nariz, y una mirada muy sospechosa.

Se paró junto a la puerta de la micro y permaneció ahí hasta que una señora tocó el timbre para bajar. Ella llevaba un gran bolso. Él fue el único que no vaciló en ayudarla a bajar.

Misma situación en el metro: Hombre con aspecto muy “flaite” fue el primero en dar el asiento a una hermana que iba con nosotros.

Si leo el diario es muy probable que algunos personajes de similar aspecto hagan noticia por sus delitos, robos y tropiezos.

Yo prefiero escribir sobre ellos. Sobre lo que nos tapan la boca y nunca salen en las noticias.


martes, 7 de diciembre de 2010

AGUA DE TEMO

Nací y crecí en Temuco, capital de la novena Región de Chile, la Región de la Araucanía.
Un cantautor coterráneo escribió esta canción que realmente vale la pena leer y, sobre todo, escuchar (aquí)

La agonía fue la causa de cambiar oro en tristeza
pero yo todavía sueño con mi tierra de purezas.
Yo me acuerdo de Malleco donde juegan los recuerdos
esos juegos de la infancia del amor del primer beso.

En Angol tomé tus manos te juré amor eterno
pero un día nos separaron por luchar por nuestro pueblo.
Pero te regalaría una cordillera nueva
Nahuelbuta dibujada en tus ojos de sirena.

Un cisne me mira luego y en el Budi alzó su vuelo
el mar lo levanta fuerte como el viento con tu pelo.
Cautín, Tolten y Trancura, Villarrica y Caburgua
son bellezas que afuera no vas a encontrar nunca.

Me paro en el volcán LLaima donde solo encontré calma
conversando con Lautaro y el Ñielol que nos abraza.
Lonquimay, Cunco, Carahue tres ciudades de mi alma
que contienen el aroma del piñón de mi araucaria.

Allá en Queule y Saavedra veo un bote que se aleja
deben ser los pescadores buscando algo pa la mesa.
En los ojos del Caburga se traslucen corazones
y en el túnel las raíces el mapuche murió a golpes.

Me gusta cierra nevada como cual flor de esperanza
y en Colico Galvarino pide a gritos la venganza.
Temuco ahora es manoseada por política e industria
Caupolican nos da fuerza para no rendirse nunca.

Esas noches de Loncoche y tu parque Conguillio
y Renaico entrelazada con chol chol y su gran río.
Me despido con tristeza pero sin bajar cabeza
esta tierra de copihues siempre va a ser la más bella.

Con trutrucas me esperaron los cultrunes que sonaron
la venganza ya se viene por el indio asesinado.


domingo, 28 de noviembre de 2010

DESPEDIDAS II

El viernes fue mi último día de práctica.
El viernes se licenció Jose.
Ayer terminamos un proceso muy importante con algunas amigas.
El viernes terminé yo un proceso muy importante también.

Sin embargo, ayer conocí a Isidora de dos meses y a Daniel aún en el vientre de su madre.

Este año termina pronto, pero comienza pronto también otro nuevo, y mejor, estoy seguro. Para ambos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

GRACIAS

Y este es otro comercial similar que me gustó mucho.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL VIEJITO DEL TAXI (Tapaboca 3)

Siempre he reclamado contra los conductores de la locomoción colectiva: los micreros siempre están enojados, los colectiveros apurados...



Hoy llevaba un gran bulto* en mis manos. Hice parar un colectivo en una de las avenidas más congestionadas de la ciudad, en hora peak y con trabajos de construcción en ambas vías (juro que no estoy exagerando) y caminé hacia el portamaletas esperando que el chofer lo abriera desde dentro... el auto no era viejo.
Sin embargo se bajó de su auto y -antes de que si quiera le pudiera decir un "buenas tardes"- me dijo "esto para mí es un descanso: bajarme a estirar las piernas". Metimos mi bulto al portaequipaje y nos subimos al colectivo.

Dentro habían dos mujeres de 30 años aproximadamente: una sentada en el asiento de copiloto y la otra atrás, junto a mí. Ambas muy sonrientes.
"Es que yo tengo muchas cosas que contar, señorita" dijo el hombre apenas puso el vehículo en marcha "¿Me creería usted que estoy cortado de lado a lado? Me operé de un quiste, acá" decía soltando el manubrio.

Continuó relatando cómo se había sacado él mismo 14 puntos después de su operación en su casa, sin miedo. Habló sobre su familia y cuando estaba hablando sobre su hija mayor, tuve que interrumpirlo con un "en la esquina por favor". Seguíamos en la misma Avenida.
Nos detuvimos -provocando un taco terrible- y, con mucha calma, él se bajó y me abrió el portamaletas para que sacara mis cosas. Antes de cerrar la caja, una bocina detrás de nosotros nos hizo saltar de la sorpresa. "Ya iba a decir yo que alguien debe andar apurao' a esta hora" dijo el chofer riendo. Luego de eso tuve que irme.

Reconozco que deseé haber venido desde más lejos para escuchar las historias de ese afable chofer de la línea 17.



(*): Entiéndase bulto como un televisor antiguo que encontré botado en la calle y decidí traer a mi casa para acondicionarlo como repisa.

lunes, 22 de noviembre de 2010

CLICK!


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