Parece inevitable escribir en este día.
Hay docenas de entradas de despedida del 2010, espero que una más no aburra, pues como dicen por ahí "último día, nadie se enoja".
Se va el "año sin tregua".
Se va el año que nos movió el piso, nos tapó con su tierra, nos impactó en la carretera y nos hizo arder en impotencia.
Se va un año de amores y desamores,
de encuentros y desencuentros,
de dulces y amargos... más dulces.
Pienso en esta noche que resume 365 días en un acto tan tradicional como el abrazo de año nuevo.
No puedo evitar pensar en que cada tormenta que pasamos la pasamos junto a alguien.
No puedo evitar pensar en lo afortunado que soy al tener una mesa en la que cenar, una copa con la que brindar, un reloj que esperar... una familia a quien abrazar.
Según la mayoría de los medios, el 2010 no fue un buen año.
Yo creo que cada año es mejor, mientras tengas a alguien a quien abrazar en esta noche anhelada que da fin a un año -bueno o no- pero que especialmente da comienzo a uno nuevo.
¡Qué daría porque estas líneas sean un abrazo para aquellos que están solos esperando el 2011, en las calles, en cárceles, en hospitales, puestos de trabajo... etc!
Que sean un abrazo para los que están solos, para pobres, para los que están sufriendo y para los que miran los fuegos artificiales sin ventanas de por medio. Para los que nadie quiere abrazar.
¡Feliz 2011! ¡Un abrazo apretado!
Que todo el bien que deseas para todos Dios lo multiplique en tu vida.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas bendiciones.
Ahora: a por el 2011 como intrépidos jinetes.
ResponderEliminar¿Dónde te encontré? En los blogs de uns curas amigos.